Recientemente, los efectos del cambio climático en el Amazonas han acaparado la atención del mundo, pero el futuro de la sabana brasileña también está en riesgo debido a la sinergia del cambio climático, la defaunación y los incendios, reporta un estudio publicado en mayo pasado en la revista Ecological Modelling.
La sabana brasileña es el segundo ecosistema sudamericano más diverso en número de especies de plantas después de los bosques tropicales del Amazonas y del Bosque Atlántico, comenta en entrevista el biólogo de la conservación, Everton A. Maciel de la Universidad de Campinas y primer autor del artículo.
Y este ecosistema no es solo importante por su biodiversidad. La sabana, un ecosistema dependiente del fuego presente en África, Australia y principalmente Sudamérica, mejora la calidad del aire y del agua, además de funcionar como un importante sumidero de carbono. Maciel explica que las plantas leñosas de la sabana brasileña capturan entre 3 y 37 toneladas métricas de carbono por hectárea, dependiendo del tipo de sabana. Este carbono se almacena en las largas raíces que las plantas de este ecosistema utilizan para alcanzar las reservas de agua subterránea.
Maciel, quien estudia los efectos antrópicos sobre la biodiversidad y posibles medidas de mitigación, dice que eligió trabajar en la sabana brasileña no solo por su alta diversidad biológica, sino porque es un ecosistema que enfrentará grandes cambios según pronostican los modelos de cambio climático.
“[La] combinación de diferentes factores [aumento de temperatura, sequías, frecuencia de incendios y defaunación] resultará en una gran pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos”, asegura Maciel.
Estas pérdidas dependerán de las características particulares de las diferentes especies que componen la sabana. Según el estudio, las especies de hoja decidua, sin capacidad de rebrote tras un incendio y que dependen de animales para dispersar sus semillas serán las más afectadas.
En el estudio, Maciel y otros nueve investigadores de instituciones en Brasil y Alemania simularon los efectos de estos disturbios sobre comunidades vegetales de tres zonas: sabana abierta, cuya cobertura arbórea es de 10% o menos, sabana boscosa, en el corazón del Cerrado brasileño, con árboles de hasta 14 metros de altura y con cobertura arbórea de entre 40–60% y bosque de sabana, con árboles de más de 15 metros de alto y cobertura de más del 70%.
Los investigadores estimaron la biomasa aérea de 135 especies leñosas, tanto caducifolias como perennifolias, en ocho sitios de la sabana abierta, la sabana boscosa y el bosque de sabana, utilizando el modelo FORMIND. El equipo de científicos agregó información recopilada a través de búsquedas bibliográficas sobre altura y diámetro, así como de crecimiento, mortalidad, tolerancia al fuego, dispersión de semillas y fijación de carbono. Utilizaron estos datos para modelar la acumulación de biomasa de las especies leñosas bajo distintos escenarios: mayor temperatura, mayor duración de temporada de sequía, mayor frecuencia de incendios y efectos de defaunación. Las simulaciones se realizaron tanto de manera individual como en conjunto para un periodo de 1000 años.
Las especies en los tres tipos de sabana tendrían entre un 35% y un 77% menos biomasa aérea, siendo la sabana boscosa la de mayor pérdida, cuando los efectos se consideraron en conjunto. Por si fuera poco, esto provocaría un aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero. Los investigadores también discuten en su artículo que las pérdidas de biomasa en la sabana boscosa podrían deberse a la estrecha relación que existe entre las especies leñosas y los animales dispersores de semillas – animales que estarían ausentes en escenarios de defaunación lo que resultaría en “un vórtice de extinción”.
En cuanto a la mitigación de estos efectos, Maciel dice que “la fragmentación dentro de la sabana debe parar” y agrega que no existe razón para continuar talando árboles y utilizar esas tierras para la agricultura.
En su artículo, los investigadores además recomiendan que los incendios ocurran cada 4 años, como sucede naturalmente. “El fuego es importante para la sabana”, explica Maciel. “Sin fuego también se pierde la diversidad”. Para lograr manejar el fuego, dice el investigador, es indispensable implementar medidas que tomen en cuenta el conocimiento que los grupos indígenas de la zona tienen sobre el fuego.
Maciel asegura que los efectos del cambio climático deben formar parte de las políticas de conservación, tanto dentro como fuera de las áreas protegidas e invita a la concientización de la vida silvestre de la sabana.
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Everton A. Maciel, Valeria F. Martins, Mateus D. de Paula, Andreas Huth, Frederico A.G. Guilherme, Rico Fischer, André Giles, Reinaldo I. Barbosa, Osmar Cavassan, Fernando R. Martins. Defaunation and changes in climate and fire frequency have synergistic effects on aboveground biomass loss in the brazilian savanna. Ecological Modelling 454. https://doi.org/10.1016/j.ecolmodel.2021.109628.

Mónica Pérez Monterrubio es una traductora e intérprete de los idiomas inglés y francés. Actualmente realiza un diplomado de traducción científica.
Traducción al inglés por Lorena Villanueva Almanza
The most important paper and one of the first recognizing the threats to the Cerrado/Brazilian Savannah was published in Annals of Botany in 1997 from EMBRAPA Brazil and Royal Botanic Garden, Edinburgh – now with a well-deserved 1462 citations I see!
Ratter JA, Ribeiro JF, Bridgewater S. The Brazilian cerrado vegetation and threats to its biodiversity. Annals of Botany. 1997 Sep 1;80(3):223-30.
https://academic.oup.com/aob/article/80/3/223/2587654 or https://doi.org/10.1006/anbo.1997.0469